Cuándo elegir una residencia de ancianos en lugar de un cuidador

Con el paso del tiempo, la mayoría de las personas mayores tienen cada vez más dificultades de movimiento y, en algunos casos más graves, ya no son autosuficientes debido a enfermedades más o menos graves que desarrollan y que pueden ser tratadas en casas de reposo como las que encuentra en miResi.

En estas situaciones las personas mayores necesitan cuidados continuos, a veces incluso de carácter especializado.

Muy a menudo, los familiares de estas personas se encuentran en una encrucijada: elegir entre una residencia de ancianos o la contratación de un cuidador permanente porque, por ejemplo, no tienen suficiente tiempo para dedicar a sus seres queridos o no tienen las habilidades necesarias.

Si usted también se encuentra en una encrucijada y está buscando un buen consejo, está leyendo el artículo adecuado.

A continuación veremos las ventajas e inconvenientes de contratar a un cuidador y las ventajas e inconvenientes de elegir una residencia de ancianos.

CUANDO ES CONVENIENTE CONTRATAR A UN CUIDADOR

La opción de contratar a un cuidador es frecuente en los casos de aquellas personas que no tienen mucho tiempo para dedicar a sus seres queridos.

La primera evaluación que hay que hacer cuando se piensa en contratar a un cuidador es la económica.

Contratar a un cuidador para una persona mayor que ya no es autosuficiente significa asegurarle alojamiento y comida, ya que tendrá que vivir con la persona afectada que necesita asistencia continua.

Según la legislación vigente, el cuidador debe ser contratado regularmente con un contrato: le sugiero que en este caso se dirija a una persona competente, tal vez un contable, que pueda aconsejarle para encontrar la mejor solución en términos de contrato.

El segundo aspecto a evaluar es el alojamiento.

Tienes que proporcionar al cuidador un espacio adecuado para vivir: evalúa el espacio del que dispones para poder ofrecerle un alojamiento cómodo y habitable.

Sin embargo, muy a menudo la gente no dispone de un espacio tan grande o no tiene los recursos financieros necesarios.

Elegir a una cuidadora significa darle alojamiento y comida, garantizarle un contrato, pagarle un sueldo y un seguro.