Marsha estaba sentada en su escritorio en el estudio trabajando en sus facturas. Siguió reajustando su presupuesto. “¿Cómo voy a lograrlo?”, Pensó. “En dos meses, estaré $ 500 dólares menos. Julie cumplirá dieciocho años y terminará la manutención de sus hijos. Por lo menos Susan tiene dieciséis años y yo tendré la manutención de sus hijos durante dos años más. Me jodí divorciando de ese imbécil infiel, tenía el peor abogado de la ciudad.

Han pasado dos años desde que Marsha descubrió a su esposo engañando durante un año. Una vez que se divorció, descubrió que él había creado con otra mujer durante tres años antes. Si hubiera sabido eso antes del divorcio, podría haber incluido esa infidelidad para aumentar la pensión alimenticia. Aunque consiguió la casa, junto con la hipoteca. La casa le fue otorgada por los niños. Ahora estaba esperando una llamada, esperaba refinanciar la hipoteca por un pago mensual más bajo. Incluso con un pago de hipoteca más bajo, aún no sería suficiente para su presupuesto básico.

Marsha recibió esa llamada, pero el refinanciamiento solo le ahorraría $ 100 al mes en los pagos. “Un poco de ayuda”, pensó. Hizo una cita para visitar el banco para completar el papeleo, pero tendría que salir del trabajo el martes temprano. Incluso si pudiera conseguir los otros 400 dólares “, pensó Marsha,” seguiríamos ganando cebada todos los meses. Realmente no quiero que las chicas abandonen la gimnasia o las lecciones de música “.

Marsha apoyó la cabeza entre las manos sobre el escritorio y comenzó a llorar suavemente. Escuchó a las niñas llegar a casa, gritando saludos mientras corrían a la cocina a buscar un vaso de leche. Marsha sabía que necesitaban refrescarse de su práctica de gimnasia y luego tomar una ducha antes de la cena. Marsha se secó los ojos, no quería que sus hijas supieran que había estado llorando. Susan estaba llena de vida cuando entró al estudio. Ella estaba emocionada y dijo: “Lo logré, mi aterrizaje desde las barras asimétricas fue perfecto. El entrenador me abrazó e incluso Julie me chocó los cinco “. Marsha estaba feliz por ella y estaba feliz de que Julie le diera su reconocimiento. La mayor no solía darle cumplidos a su hermana menor. Al menos no peleaban muy a menudo. “Tengo buenas hijas”, pensó Marsha.

Marsha le dio un abrazo a su hija y Susan dijo: “Oh, lo siento mami, tú estás haciendo las facturas, lamento interrumpir”. Marsha sonrió lo mejor que pudo y dijo: “Está bien, cariño, estoy feliz por ti. Date una ducha y empezaré a cenar en un minuto “. Escuchó la ducha abrirse en el baño principal, sabiendo que Julie se estaba duchando. No pasaría mucho tiempo antes de que la segunda ducha del baño estuviera encendida.

Marsha hizo montones organizados de facturas e ideas presupuestarias, se levantó y fue a la cocina. Sacó unas pechugas de pollo congeladas y se echó a llorar, que esto era lo último del pollo. Quedaba un asado en el congelador, y eso haría al menos dos comidas. Comenzó a descongelar el pollo y estaba mirando por la ventana cuando Julie se acercó detrás de ella y la abrazó. Julie vio lágrimas secas en las mejillas de su madre. “Mon, ¿qué pasa?” Preguntó Julie. Marsha simplemente dijo: “Oh, no hay nada de qué preocuparse”. Y luego le pidió que pelara unas papas, quería hacer puré de papas para acompañar el pollo.

Julie siguió mirando a su madre. Parece estar deprimida por algo ‘, pensó. Mientras pelaba unas patatas, siguió mirando a su madre. Su madre no parecía ser ella misma jovial y parecía estar preocupada mientras trabajaba en la cena. Julie pensó: “Nosotras tres, somos un grupo feliz, como los tres mosqueteros. Algo la está molestando. No ha salido en una cita por mucho tiempo, tal vez extraña la compañía masculina “. Julie sonrió a su madre y preguntó:” ¿Qué tal si traigo tu vino y te sirvo una copa? ” Marsha respondió: “Oh, tal vez más tarde tome un vaso, no ahora, pero gracias cariño”.

Durante la cena, las chicas charlaron alegremente sobre su progreso en la gimnasia y Julie le dio más cumplidos a su hermana por el aterrizaje que hizo hoy. Julie notó que no todas las madres parecían tener su entusiasmo normal por las buenas noticias. Marsha luego dijo: “Julie, solo faltan un par de meses para tu gran día. Es un gran momento, dieciocho. Un hito en tu vida. Deberíamos comenzar los planes. Tal vez a quien quieras tener aquí, tal vez una fiesta en un buen restaurante. Piense en lo que quiere hacer y lo configuraremos “. Julie dijo: “Oh, todavía queda un largo camino por recorrer, lo pensaré”.

La cena terminó, Julie comenzó a llevar los platos sucios al fregadero cuando Marsha dijo: “Yo me ocuparé de eso, tienes que hacer tu tarea. Tú también, Susan, ahora vete “. Julie dejó los platos junto al fregadero a regañadientes y luego se fue con su hermana a sus habitaciones. Marsha recogió el resto de la mesa y enjuagó los platos antes de cargar el lavavajillas. Luego pensó: “Al menos los electrodomésticos funcionan. Solo rezo para que no haya problemas con el auto, no necesito más gastos inesperados ‘.

Julie llevó a Susan a su habitación y dijo: “Silencio”, ¿te fijaste en mamá? Está preocupada por algo. Sin ánimo como de costumbre “. Susan dijo: “Cuando entré en el estudio, ella estaba trabajando en las facturas. Cuando la vi, tenía la cabeza gacha entre las manos. Creo que había estado llorando “. “Oh”, dijo Julie, “está teniendo problemas con las finanzas. Sí, estaba llorando cuando fui a la cocina para ayudar con la cena “. Susan dijo: “Tal vez podamos ayudar, no necesito un vestido nuevo para el baile de graduación. Puedo rehacer algo que ya tengo. Podría ayudar a algunos “. “Está bien, pensaré en cosas que yo también puedo hacer”, dijo Julie, “Mi baile de graduación se acerca, no tengo un vestido que alterar, tal vez uno de los vestidos de mamá, somos del mismo tamaño. Es posible que ayudar a mantener bajos nuestros gastos no sea suficiente, debemos pensar en formas de ayudar “. Las chicas luego fueron a hacer sus deberes.

El martes por la mañana, Marsha llamó a la puerta de Jackson, necesitaba preguntarle a su jefe si podía salir temprano del trabajo. Escuchó el habitual “Ven” y abrió la puerta. Su empleador era un hombre corpulento, algo calvo, de unos 50 años y muy guapo de una manera áspera. Escuchó, “Marsha, ¿qué puedo hacer por ti?” Estaba girando hacia su escritorio desde la ventana. Marsha dijo: “Necesito ir a mi banco esta tarde. ¿Esperaba poder despegar una hora antes? ” Jackson Williams preguntó sinceramente: “Espero que no tenga problemas con su cuenta”. Marsha comenzó a retorcerse las manos y comenzaron a formarse gotas de sudor en su frente.

“Oh, lo siento”, dijo Jackson, “no era mi intención entrometerme. Por favor, dígame qué pasa, ¿tal vez pueda ayudar? ” Marsha dijo nerviosamente: “Sr. Williams, tengo que refinanciar mi hipoteca para ayudar con mi presupuesto mensual. Por favor, tengo que ir al banco para firmar los papeles ”. “Marsha”, dijo, “aquí usamos nuestro primer nombre, llámame Jackson. Nunca quiero que esta empresa sea tan formal … apellidos, bah. Claro, tómate dos horas si lo necesitas. Nuevamente, ¿hay algo que pueda hacer para ayudar? ” Marsha sonrió y dijo: “Oh, solo necesito una hora. Ahora que lo preguntas, ¿tenemos un puesto que podría aceptar que pague más? ” Jackson sonrió y dijo: “Ojalá lo hiciéramos. Si surge algo, te consideraré primero “.

Marsha sonrió y dijo: “Eres el mejor jefe”. Jackson sonrió y dijo: “Tal vez tu novio te pida que lo disfrutes. Dos ingresos parecen ser la forma de equilibrar los presupuestos hoy en día “. La cara de Marsha se enrojeció y dijo: “No, no tengo novio. Hace muchos meses que no tengo citas, no soy un caballero de brillante armadura, al menos no lo he encontrado “. Jackson, con una sonrisa maliciosa y dijo: “No te lo tomes mal, por favor, es solo un cumplido, eres una mujer tan hermosa, me sorprende que no tengas varios hombres persiguiéndote”. Marsha sonrió y se puso de un rojo más oscuro cuando le dio las gracias y se dio la vuelta para irse.

Jackson la miró mientras se marchaba. Pensaba: “Qué gran trasero tiene esa mujer blanca. Todo su cuerpo grita SEXO, proporciones perfectas, debe haber algo mal con los hombres ahora, ella es tan follable. Me está poniendo dura la polla, puede que tenga que ir a casa al mediodía y follarme a mi esposa.

Marsha regresaba a su escritorio y pensó: “Tal vez tenga razón, tal vez debería gastar un par de dólares en un bar y ver si” Sr. Right ‘está ahí fuera. Siendo mujer, al menos la mayoría de mis bebidas serían pagadas y también podría hacer ejercicio bailando. Es un jefe tan agradable, probablemente diez años mayor que yo, pero muy guapo para ser un hombre negro. No debería pensar en mi jefe de esa manera, está casado, conocí a su esposa una vez y es hermosa “.

Marsha completó su cita en el banco, pero sabía que aún tenía que encontrar una manera de equilibrar su presupuesto. Revisó su armario y sacó vestidos que no había usado desde su divorcio. Se había vestido para ser sexy para su marido, a él le gustaba que otros hombres la miraran. Se preguntó si todavía tenía una imagen sexual que su marido deseaba. Se colocaron cuatro vestidos sobre la cama. Sosteniéndolos contra su cuerpo, estaba impresionada de que todavía estuvieran de moda, todavía le quedaran bien y mostraran más “piel” para ese look sexy.

Ella se desnudó y se movió en un vestido elástico. Se miró en el espejo de cuerpo entero y con los pocos kilos que había ganado con el divorcio, su cuerpo estaba muy bien formado con el material elástico, sus ‘curvas’ eran muy pronunciadas. Un problema que vio, mostró la línea de las bragas y los tirantes del sostén. Se quitó el vestido y se quitó el sujetador y las bragas. Volviéndose a poner el vestido, ‘Oh, qué diferencia’, pensó, ‘tal vez acorte un poco el dobladillo, puede que no tenga que comprar bebidas. Los lobos parecen tener dinero para coquetear con nosotras las mujeres “.

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Se sentó en la cama y se subió un par de medias hasta los muslos y luego deslizó sus pies en un par de zapatos de tacón de cinco pulgadas. Mientras estaba de pie frente al espejo y pensaba: “Dios, haré que muchos hombres se pongan duros”, y luego escuchó: “Dios mío”. Volvió la cabeza y vio a Julie parada en la puerta. “¿Qué piensas?”, Le preguntó a Julie, “¿crees que debería empezar a salir de nuevo?” Los ojos de Julie estaban muy abiertos y dijo: “Sí, cita, pero ese vestido está cerca de hacer